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Analco y Mexicaltzingo: contemplación y tragazón

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Vanesa Robles
No hay pierde. “De la calzada [Independencia] para allá” es el oriente y “de la calzada para acá” el poniente.
El oriente es de los pobres, el poniente de los ricos conforme al imaginario de los tapatíos, desde que nació Guadalajara. Antes de la congestionada Independencia, el río San Juan de Dios hacía de eje divisorio: así, el barrio de Analco quedó allá y Mexicaltzingo, acá.
Analco, en náhuatl “al otro lado del río”, es uno de los tres barrios más antiguos de Guadalajara. Fue poblado sólo por indígenas, y en 1550, con 500 habitantes doblaba la población española del centro de la ciudad.
Mexicaltzingo también era barrio indígena, de este lado, habitado por pobladores del Valle de México que llegaron con los conquistadores. Poco después de asentarse fundaron un tianguis y alojaron los rastros que surtíeron de carne a la ciudad.
Cuatro siglos y medio después, cada barrio tiene su pulso.
Analco, vivo por sus ancianos en las calles, apacible por sus jardines y sudoroso por el trueque de autopartes; también ancestral, como los elotes de la calle Cuitláhuac y kitsch por sus esculturas de los emperadores aztecas Cuauhtémoc y Tenamaztli.
Analco guarda arquitectura colonial y clásica, como San Sebastián y la parroquia de San José de Analco, de mediados del XVI, y herencia porfiriana en el edificio de la Escuela de Restauración y Conservación de Occidente. Barrio vibrante en las noches de lucha libre en la arena Coliseo. Barrio siempre herido por la explosión que dinamitó 12 kilómetros de calles en 1992. Analco debe contemplarse.
La gula se vive en Mexicaltzingo. Alimentos hay en abundancia: quecas (quesadillas fritas) con doña Mago, en el mercado municipal; comida casera en Simplemente Evelia, tortas de chicharrón en la esquina de Nicolás Régules y Mexicaltzingo y tortas ahogadas en chile en La Bicicleta. También mariscos en las Chuchupetas de Trino y excelentes helados en las neverías artesanales La Violeta y Mexicaltzingo.
Por la noche, tacos y tortas de pierna, afuera del templo de San Juan Bautista; papas ahogadas y antojitos mexicanos. Esto es gorumet popular.

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